¿Son las bicicletas eléctricas tan "bondadosas" como dicen?


Más de uno se ha llevado una sorpresa cuando ha descubierto que hay modelos de bicicletas eléctricas que se publicitan con autonomías de más de 100 kilómetros. En algunos casos las autonomías llegan incluso a los 120, y un gran número de modelos en el mercado anuncian autonomías que llegan a superar fácilmente los 40 km. La desagradable sorpresa llega luego, cuando una vez adquirimos determinado modelo comprobamos, para nuestra desgracia, que esos 100 o 40 kilómetros distan mucho de la realidad.

Durante este verano muchos van a ser los que adquirirán este tipo de bicicletas con el fin de moverse con ellas diariamente, y así ahorrar dinero en combustible (que nunca viene mal), con el añadido, además, de que podrán hacer algo de ejercicio. Pero si no te quieres llevar una desagradable sorpresa, ten en mente los consejos que desde Revista Bici te damos a continuación.




Pautas a tener en cuenta con las bicicletas eléctricas:
- Las cifras de autonomía que publican las marcas suelen estar medidas en condiciones óptimas, con la mínima asistencia eléctrica, sin viento y en trazados llanos.
- Obviamente, en la autonomía influye también el peso del ciclista. No es lo mismo tener que darle asistencia a un ciclista de sesenta kilos, que a uno de noventa, y eso se refleja en la merma de kilometraje asistido.
- La autonomía depende la potencia de la batería, no solo a su capacidad. Cuanto mayor sea su potencia, más podrá también mantener un ritmo constante.
- No hay soluciones milagro: para que la batería no se agote a los pocos kilómetros, se debe realizar un pedaleo constante. Por eso muchas personas recurren a la asistencia únicamente en cuestas, pedaleando el resto del trayecto.
- Muchas tiendas ofrecen rebajas en las bicicletas que ya tienen varias temporadas. Esto puede parecer un reclamo muy atractivo, pero en el caso de las bicicletas eléctricas puede tener una contrapartida nefasta, ya que cuanto más tiempo se almacene la batería, más posibilidades sufre de agotarse más pronto.
- Todas las baterías sufren un desgaste debido a su construcción y los componentes con los que están hechas. Ocurre como con las baterías de los móviles: cuanto más ciclos de carga y descarga le hagas, y más la exprimas, menos te durará. Una batería de bicicleta no es eterna y hay que cambiarla cada cierto tiempo, dependiendo del uso y de cada fabricante.
- Existen diferentes tecnologías para bicicletas eléctricas, dependiendo de dónde lleven el motor. Las de motor central requieren un cambio constante en ciudad, para no abusar de la energía de la batería (en las arrancadas el sistema eléctrico demanda un alto porcentaje de energía). Por ello es conveniente en este tipo usar cambios internos, de manera que podamos cambiar de marcha en parado. De lo contrario siempre estaremos desperdiciando batería.
- Las bicicletas eléctricas no solo son más caras, sino que requieren un mantenimiento mayor. Por ello, si solo la vas a usar muy puntualmente, tal vez un kit de conversión a eléctrica sea la solución para algunos casos.

Estos son algunos de los puntos y aspectos que debes contemplar para que tu ilusión de usar una bici eléctrica no se convierta en decepción. Recuerda que no es un vehículo eléctrico, y que siempre va a necesitar que des pedales. Muchos modelos en el mercado se publicitan como muy ligeros, pero eso tiene la contrapartida de que, cuanto más ligera sea la bici, menos capacidad tendrá su batería (uno de los elementos que más pesa en una bici eléctrica es la batería). Por contrapartida, si te decides por una bici eléctrica con más autonomía, será más pesada, y en cuanto te quedes sin asistencia eléctrica tendrás que cargar con todo el entramado del sistema eléctrico, lo que sentirás en tus propias carnes.


Existen en el mercado modelos que, además, poseen un sistema de recarga en las bajadas y cuando se frena, lo cual es una muy buena alternativa porque así podremos estar recargando la batería en algunos tramos. Pero también hay que señalar que este tipo de bicicletas son mucho más caras.

Por regla general, con que consigamos de 20 a 30 km. de asistencia con nuestra bici ya podemos estar satisfechos. Ese es el baremo que debes contemplar (porque aunque la bicicleta que adquieras pueda afrontar más distancia, con el tiempo su batería se irá degenerando) a la hora de afrontar el dilema de si te conviene o no adquirir una eléctrica, o una bici ligera sin asistencia. En el mercado podemos obtener bicicletas no eléctricas con componentes de alto nivel y enormemente ligeras por el precio de una eléctrica. Tal vez sea esa la mejor solución, porque te evitarás muchos quebraderos de cabeza con el sistema eléctrico. A menos que cada día no hagas más de esos 20 kilómetros y puedas permitirte una eléctrica con componentes de calidad.

Sea como fuere, un consejo: en cuestión de bicicletas eléctricas no conviene ser tacaño y adquirir un modelo de China de poca calidad. Busca marcas y modelos de renombre suficientemente probados.





| Redacción: Revista Bici | Imágenes: Torrot CitySurfer y BH EasyGo Volt

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