Me ha llamado la atención esta semana, entre los productos que la Unión Europea ha ido retirando del mercado por nuestra seguridad, una especie de "segundo asiento" de niños, para montar en bicicleta. Sin ningún tipo de soporte ni agarre (bueno, en el manillar, se supone, y en una especie de rastrales en los pies) ni protección, querían "vendernos" los chinos -su país de procedencia y fabricación es ese- este curioso artilugio. Por supuesto, se ha emitido una orden para que fuera retirado de su venta de inmediato.
Alguien decía que lo importante de una idea o un invento era el diseño. Y estoy completamente de acuerdo. Un buen diseño puede hacer de una idea mediocre, una magnífica realización, y a la inversa: de una idea que a priori puede parecer bastante atractiva (poder transportar al niño delante de nosotros en bicicleta, y no detrás como las sillitas convencionales, por lo que lo tendríamos constantemente vigilado), todo un desastre.
El "aparato" chino en cuestión incorporaba un sillín con su respaldo (o una especie de respaldo...), una cinta para sujetar al niño en el mencionado respaldo, y anclajes para todo ello. Pero tiene muchos errores, fallos de diseño por todos sitios. Al contrario que las sillitas convencionales, que se incorporan a la parte trasera de la bici en agujeros que ya son estándar en la industria, este sistema dependía en gran medida de la barra horizontal de las bicicletas. Cada vez son menos las que tienen una barra totalmente recta, en el mercado abundan los modelos que poseen barras en descenso, en ascenso o, como las Orbea Comfort, haciendo una "curva" en mitad del recorrido. Por de pronto, este sistema ya no era útil en una enorme mayoría de modelos (cada vez más) de bicicletas. El primer fallo de diseño que puede tener tu invento es ese: no ser lo más genérico posible, y depender de elementos externos tan volubles como el diseño que debiera tener la bicicleta.
Otro de los fallos son los propios rastrales. Como ves en la imagen, insuficientes para contener el pie de un pequeño (¿es que estos chinos no tienen hijos para comprobar al medio segundo de subirles a un "trasto" de estos que no paran quietos, o les importa un pito, directamente?). Además, una vez subido al artilugio el desventurado infante, si por una desgracia ocurre una caída no tiene ningún tipo de protección adicional, como sí poseen muchas de las sillitas, cuyo plástico suele ser envolvente en los laterales.
Pero la verdadera razón por la que lo ha retirado del mercado la Unión Europea fue doble: una de ellas es tan obvia que hasta los chinos deberían haberse dado cuenta (pero, repito, me parece que no les importa, y lo único que quieren es vendernos algo, sea esto lo que sea): que el niño así puesto entorpece la conducción. De hecho las autoridades han comprobado -y si esto lo han hecho las autoridades, mucho más debería haberlo hecho su fabricante, que para eso existen las fases beta y de tests- que cuando el niño pesa más de quince kilos, llevarlo así es una amenaza para la seguridad por la constante molestia que tiene el ciclista al ejecutar maniobras (que en bici son constantes, como seguramente sabes).
Y la otra causa de retirada es que el sistema de ajuste se desliza y hace que el niño caiga, de hecho puede llegar a caer con el sistema de abrazaderas y todo hacia los lados. Es decir, que encima de haberlo diseñado mal, estos chinos también lo construyen mal.