Desde hace ya muchos años ha quedado evidente y se sabe que el mejor tipo de enrutamiento de los cables en una bicicleta MTB es el superior, o sea: el que transcurre siguiendo la línea del tubo horizontal. Por desgracia no todos los modelos de bicicletas existentes en el mercado disponen de este sistema, solamente suelen llevarlo aquéllas a partir de la gama medio alta.
Este tipo de enrutamiento aventaja al enrutamiento interno (que va por dentro de los tubos, tan popular hace unos pocos años) en que puedes ver en todo momento el estado de los cables, puedes acceder más fácilmente a su mantenimiento y engrase y en caso de sustitución también es más cómodo.
El enrutamiento interno protege mejor el cableado, pero no puedes ver directamente su estado, lo cual en caso de impacto o caída puede ser un gran problema.
Por otra parte, el enrutamiento a través del tubo diagonal es el más nefasto de todos, y a él suelen recurrir las bicicletas más baratas porque es el más fácil de hacer. Sus defectos son numerosos: mayor suciedad, mayor posibilidad de rotura de los cables y mayor dificultad tanto en su mantenimiento como en su sustitución.
Yo he sido dueño de varios tipos de bicicletas, todas ellas con cableados distintos, y sin lugar a dudas prefiero con mucho el cableado superior. Ahora bien, en este tipo de cableado conviene hacer varias observaciones, porque no todos son iguales.
Al cableado superior le afecta sobremanera el tipo y diseño de las tuberías. Dependiendo de cómo sean éstas, especialmente, claro, el tubo superior, tendremos un cableado mejor o peor.
La BH Beartrack posee el cableado superior en la parte baja del tubo. Su disposición es tal que el cable puede "tropezar" contra el tubo al operarlo. Esto es debido a que el tubo es totalmente cilíndrico, por lo cual la distancia entre el cable y el tubo es pequeña.
Para solventar este problema BH tuvo la ocurrencia de ponerle unas pequeñas gomas transparentes que hacen de separador. Son minúsculas y, como he dicho, además son transparentes, por lo que seguramente las perderás a los pocos cambios de cables y te quedarás sin ellas. Además, con el tiempo tienden a envejecer y amarillear, dando como resultado un aspecto desastroso.
Por otra parte, otro defecto de ese tipo de cableado en la zona baja del tubo superior es que, al agarrar la bicicleta para transportarla o subirla al hombro (muy habitual en MTB) acabas ensuciando los cables, manchándote de aceite y, encima, te molestan en la mano. Un engorro.
Así que esta solución, muy habitual en las BTTs antiguas de los años ochenta y noventa, ha caído ya en desuso.
La otra alternativa es pasar los cables por la parte alta del tubo superior. Con esta solución podemos cargar la bici al hombro sin ensuciar el cableado ni dañarlo. Bicicletas como la BH Over X recurren a este sistema. Para no tener que ponerle separadores (que ya hemos dicho que eran nefastos) BH ha realizado la tubería mediante hidroformado con forma cónica, así podemos conseguir que los cables se distancien del contorno de la pared del tubo.
Es una genial solución, sin duda una de las mejores, pero tiene un defecto: al ponernos en pie sobre el cuadro (por ejemplo, al detenernos en un semáforo) podemos ensuciarnos la ropa de aceite, y ni mencionar que nos enganchemos con la ropa en el cableado. Así que no es la solución perfecta tampoco.
Orbea y alguna otra marca (como las por desgracia desaparecidas GAC) han optado a veces por una solución intermedia: poner el cableado en un lateral del tubo superior. Este sistema es una buena alternativa, pero molesta al cargar con la bici y también podemos ensuciarnos la ropa y dañar el cableado al ponernos de pie.
Está claro que no hay una solución perfecta, cada una tiene sus pros y sus contras, pero hasta ahora la mejor que he visto ha sido la que han elegido en Orus. Su cableado pasa por el tubo superior, pero comparte una ventaja sobre todos los diseños hasta ahora descritos. Y esto es así porque el tubo superior en las Orus encierra un secreto: está hidroformado con un diseño triangular invertido. En el vértice del triángulo se encuentra el cable del freno, el más grueso (los cables de freno son más gruesos que los del cambio, como seguramente sabréis). Pero este cable lleva toda la funda durante todo el trazado, de manera que se encuentra protegido por su propia funda. Es una solución genial. A su lado, en las paredes lisas de los lados del triángulo, se hayan dispuestos a cada lado el cable de los cambios. Como la pared es lisa, los retenes y guías se pueden disponer bien separados, por lo que eliminamos la necesidad de tener que recurrir a separadores de goma. Por otra parte, la pared del lado superior del tubo (lo que sería la base del triángulo) sirve a su vez de separador angular y protector de los cables, por lo que podemos ponernos sobre la bici sin miedo. En cuando a cargarla, lógicamente también podemos tropezar con los cables, pero de una manera menos grave y mucho menos dañina que en los otros sistemas.
Sin duda cuando nos enfrentamos a las diferentes opciones de enrutamiento y sus defectos, el diseño del cuadro en las Orus es de los mejores, un diseño habitual en los cuadros de carbono, pero que no se veía en los de aluminio hasta la popularización de la tecnología del hidroformado, que ofrece la posibilidad de conseguir darles formas rebuscadas, de aristas o ángulos circulares, a los tubos de aluminio.
Eso también propicia que cuadros como los de las Orus puedan prescindir de refuerzos tan antiestéticos que otros cuadros de aluminio se veían obligados a llevar para dotarlos de robustez en las bicicletas de hace solo unos pocos años, especialmente en la zona de unión de la dirección o en las vainas.
Por supuesto para quien prefiera el enrutamento interior es también una buena alternativa, pero es bastante molesto y, además, la mayoría de fabricantes recurren a piezas de plástico que sirven de guía y que se dañan con suma facilidad y, por supuesto, envejecen antes (y peor) que el metal. Si prefieres enrutamiento de cableado interno, al menos elije aquellos que dispongan de guías de metal soldadas sobre el propio cuadro.
| Redacción: CODE Intermedia | codeintermedia.com