Desde que probé el scooter/patinete clásico Hudora me he hecho un adicto a este tipo de medios de transporte. No hay día, prácticamente, que no lo use por uno u otro motivo. Su comodidad permite desplazarte por casi cualquier sitio, su ligereza te permite llevarlo contigo a cualquier lado, y además es sumamente divertido. Pero tras aproximadamente tres años con los Hudora llegó el momento de una más que merecida renovación. Y no es que los Hudora no me hayan resultado útiles, pero ya acusaban demasiado el trasiego constante. De hecho sus casquillos de dirección (los rodamientos) estaban en las últimas.
El motivo es bastante obvio: este tipo de patinetes tienen el manillar muy elevado, y el tubo de la dirección sufre mucho desgaste porque la distancia desde donde están situados los puños hasta la pipa de dirección es tanta, que al realizar giros cerrados el efecto palanca destroza, literalmente, los rodamientos. Cierto que las ruedas aguantan muy bien, pero no así la dirección, que hace que conducir el patinete sea imposible. Por si fuera poco, el sistema de unión de la dirección es de tipo contratuerca (técnicamente conocida como "dirección roscada", como las bicicletas antiguas), no poseen el sistema de dirección de las bicicletas más avanzadas del mercado (como las MTB), denominada Ahead.
En las direcciones de tipo roscado los rodamientos suelen ir enjaulados (y no sellados), las bolas, de hecho, se ven, y requieren de un engrase periódico (con grasa de litio). Pero ese no es todo el problema. El inconveniente principal en los patinetes, como decía, es que el "efecto palanca" hace que la dirección acabe dando de sí y desajustándose constantemente. Esto requiere que cada poco se tenga que reapretar e incluso rearmar, nada fácil porque esas direcciones requieren unas llaves específicas (muy planas y anchas) de taller. Lamentablemente las llaves que disponía para la bicicleta no valen para el patinete.
Así que a la hora de elegir un nuevo patinete buscaba uno que tuviera una dirección reforzada y con menos complicaciones. Los patinetes "de acrobacias" (o para trucos) no eran una opción, puesto que si bien es cierto que sus direcciones son robustas, son muy caros cuando no quieres meterte en problemas, y sus ruedas minúsculas, por lo que transmiten demasiado las imperfecciones del terreno.
Recordé entonces, de mis tiempos de monopatín, la marca de El Corte Inglés llamada Tijuana. Es una marca blanca que hace este tipo de cosas (patinetes y monopatines) con una calidad/precio bastante competitiva, de hecho mi monopatín resultó bastante bueno, así que recurrí a ella. Me encontré entonces que disponían del modelo City 180 con dirección de casquillos y sin contratuerca, con sistema de refuerzo, y además a un precio enormemente competitivo.
El Tijuana City 180 es un patinete ligero, con rodamientos para las ruedas ABEC-7 (como los de mi Hudora anterior, aunque con ruedas de menor diámetro y envergadura). Las ruedas son duras (no quiero meterme en complicaciones de ruedas neumáticas porque, además, se quedan demasiado "pegadas" al suelo y el patinete no va tan suelto), de poliuretano de 180 mm., y el freno trasero es de aluminio. En realidad la mayoría del patinete está hecho en aluminio, que además va anodizado incluso en algunas zonas, y el manillar es realmente ancho (casi parece el manillar de una bicicleta, incluso por la forma, no parece el manillar de un patinete). Precisamente por eso es muy cómodo de manejar.
La plataforma es lo suficientemente ancha como para que quepan ambos pies uno al lado del otro, soportando hasta 100 kgs. de peso (más que suficiente para mí, y supongo que para la mayoría de los que usan estos vehículos). El sistema de anclaje y retén del plegado es de plástico, pero bastante robusto, el mismo material del guardabarros delantero que, además, posee unas aberturas estéticamente muy atractivas.
Lo único que no me agrada demasiado es el recubrimiento de la plataforma, de tipo lija; hubiera preferido un recubrimiento que no se ensuciara tanto. Pero fuera de eso este Tijuana City 180 es un patinete muy bien construido, liviano, manejable, y si buscas un modelo sin complicaciones mecánicas como frenos o suspensión, es una buena opción. Por desgracia, el precio que hay que pagar en Tijuana por este tipo de artículos es que no hay mucha variedad de color, tanto es así que normalmente tienen cada modelo de su catálogo sólo de un color, y en éste City 180 solo podemos elegir el azul. Aparte de eso, es un patinete, para todos los que nos gustan este tipo de medios de desplazamiento -y entretenimiento- bastante recomendable.
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