Para El Corte Inglés fabrican sus bicis varias marcas, entre ellas firmas tan de renombre como BH. Pero el consumidor tiene que estar advertido, porque las BH de El Corte Inglés distan mucho de las BH que ves en su catálogo oficial o de las que se venden en las tiendas y distribuidores oficiales, y suelen ser bicis de muy baja calidad y enormemente malas (ya lo vimos cuando probamos la Beartrack).
En el caso que nos ocupa, sin embargo, vamos a ir por una marca blanca de El Corte Inglés, su propia marca en realidad: B-Pro. De B-Pro hay ciclistas que hablan maravillas, así que tenía ganas de probar algún modelo de esta marca y poder constatarlo por mí mismo. En realidad quien está detrás de B-Pro es la gente de Nou Aro Tres, una sociedad anónima afincada en Mercagirona (Vilablareix, Girona) encargada de la venta y distribución de sus propias bicicletas (probablemente hechas en China, en la bici no pone nada) y que tanto vende B-Pro para El Corte Inglés, como Boomerang para Hipercor, etc. En realidad, Nou Aro también tiene actividades en sectores tan alejados del mundo del ciclismo como el inmobiliario.
Mi búsqueda estaba centrada en una bicicleta folder (plegable), una variante de bicicleta que, junto con las fixies, llevan revolucionando el mercado de las bicicletas desde hace algunos años. La razón de una folder es que donde estoy, con mis otras bicis apenas tengo sitio, además quería una bici pequeña y manejable (lo cual en una folder no es siempre así, ya lo veréis más adelante).
Buscaba un modelo barato para darle tralla y poder usarla sin piedad, y en el caso de dejarla aparcada por cualquier lado y que "los amigos de lo ajeno" se la llevaran, que no me supusiera un disgusto muy grande.
Entre las bicicletas folder hay un batiburrillo bastante complejo. Algunas de las mejores marcas (como Orbea, Conor, Trek, Giant...) no las fabrican y/o han dejado de fabricarlas, y las que son medianamente buenas (como las Ibiza de BH) son muy caras. Con un presupuesto de no más de 200 , mi única opción era, por tanto, irme a una marca blanca de hipermercado.
El único requisito que le exigía es que el cuadro fuera de aluminio, y no por cuestiones de peso (los cuadros plegables de aluminio tienen que ir tan sumamente reforzados que la diferencia en peso con uno de acero es casi insignificante, de hecho, en muchos casos, las folder son más pesadas que una bicicleta convencional) sino porque aquí, en mi región, llueve casi siempre y la humedad en el ambiente es tal que un cuadro de acero acaba al poco tiempo muy oxidado, y aunque exteriormente no se note, y no se moje, la humedad afecta a su interior y acaban oxidados por dentro. Ya lo comprobé en mis anteriores bicis de acero, y no quiero arrastrar conmigo dos kilos de óxido.
Tras una búsqueda de entre todas las opciones disponibles a ese precio, al final solo quedaban dos más o menos "decentes": la Vintage Folder de Carrefour, que no tiene ni marca, y las B-Pro PS30 y B-Pro PS40 de El Corte Inglés. La de Carrefour cuesta 195 , es un modelo que era mi primera opción, con un cuadro de aluminio (no así la variante de acero que tienen en el Carrefour, de 125 ), aunque estéticamente no me agradaba demasiado.
Normalmente de los grandes centros comerciales tenemos que huir como de la peste al buscar bicicletas, porque todo lo que tienen es pura basura (incluso a veces "engañan" al incauto comprador con sus modelos, simulando ser mejores de los que son), pero hay algunas excepciones. Entre esas pocas excepciones se encuentra Carrefour, porque cuando ofrecen las bicicletas fabricadas por los italianos de Denver entonces sí que tienen una genial relación calidad/precio. Por desgracia de Denver no son todas, y si quieres una Denver tendrás que constatarlo tú mismo consultando la pequeña pegatina del cuadro (a la altura del pedalier) que tienen todas las bicis.
Al final la de Carrefour no la adquirí porque era imposible encontrarla, solo había la opción de adquirirla por internet, de manera que solo me quedaban dos alternativas: la B-Pro PS30, y la B-Pro PS40. Entre una y otra la diferencia era de 40 : la PS30 costaba 201 (no sé a qué vendrá ese mísero euro, pero en fin...) y la PS40, 159 . Aunque en B-Pro simulen que son el mismo cuadro con distintos componentes, la verdad es que no: el sistema de cierre es distinto, siendo mucho mejor (y más cómodo) en la PS40. En todo caso, en ninguna de las dos es perfecto, porque si bien la PS30 de B-Pro es un calvario abrirla y cerrarla, la PS40 aún siendo, como comentaba, más cómoda, tiene una pieza de plástico que no me gustó nada cuando la probé. Se trata de una especie de seguro que evita que se abra el cierre rápido, pero con el uso constante ese seguro de plástico tenía muchas papeletas de pasar a mejor vida o de acabar cogiendo holgura, con lo cual el cuadro podría empezar a temblar por todas partes.
El sistema de cierre en la B-Pro PS30 es totalmente distinto, más espartano si se quiere ver así y, ciertamente, muchísimo más engorroso. Consiste en un cierre rápido con un resorte que posee un bulón que, a su vez, lo mantiene en su sitio un muelle. El cierre rápido va fatal y cuesta muchísimo accionarlo. Además, no se puede aflojar y hay que mantenerlo según viene de fábrica. Lo peor es que tiene muchas posibilidades de que se nos afloje la bisagra, con lo que vibraría todo el cuadro con el consiguiente riesgo de llegar a partirse. Es obvio que este tipo de sistemas están hechos para accionarse muy pocas veces, o dicho de otra manera: es una bicicleta que está hecha para doblarse pero que conviene no doblar, así que uno de sus atractivos (el ser folder) lo pierde totalmente y es una cualidad que se va a la basura. Por eso, nuestra recomendación es que os inclinéis por sistemas de cierre más robustos, fiables y, sobre todo, cómodos, como el que tiene la BH Ibiza, que es genial y que, además, evita que la bici se pliegue "sola", al estar dispuesto en el sentido opuesto al peso (algo que no ocurre con estas B-Pro, que accidentalmente pueden "doblarse" y entonces el golpe contra el suelo puede ser monumental).
En este punto me gustaría hacer un inciso: es altamente recomendable que este tipo de bicicletas se utilicen para un uso muy, muy, muy relajado, casi para ir al paso de una persona. Ni sus pequeñas ruedas, ni su sistema de pliegue ni su enorme peso están pensados para ir más allá. Yo tenía esa idea muy clara en la cabeza, de hecho la usaré para paseos en los que quiera ir sentado y en desplazamientos muy tranquilos, ni se te ocurra dar saltos o salvar obstáculos con ellas, porque tienes casi asegurada la caída. No se te pase por la cabeza utilizarlas como una bici convencional ni en broma, y para meterte en carreteras o en desplazamientos más o menos largos lo mejor es una bicicleta "de las de toda la vida", y no estos inventos de folders que son un auténtico peligro (riesgo que se multiplica si, además, la bicicleta es de tan penosa calidad y está tan mal hecha como estas de B-Pro).
Equipamiento y conjunto
La B-Pro PS30 equipa un cambio trasero de seis velocidades, firmado por Shimano. Es lo único "de marca" que tiene, a excepción de las llantas, hechas en Francia. Y, aún así, es la variante más baja y peor de Shimano. No obstante en Shimano fabrican bien incluso sus variantes más baratas, así que no hay mucha queja respecto a él (salvo los tornillos de ajuste, que siempre acaban con la cabeza comida -son malísimos-, de manera que cuidado con ellos y tratar de no ajustarla demasiadas veces ni juguetear mucho con ellos).
El problema no es del cambio, el problema es que va unido a una maneta de cambio de tipo giratorio de los chinos de Sunrun. Sunrun es, de lo más malo del mercado, lo peor. Al no poseer sistema SYS en el puño del cambio, ni indexación alguna (el vendedor te dirá que sí, pero no hagas caso: no tiene) el cambio tendrás que hacerlo "de oído". Los indicadores de cambio no te servirán para nada (y tampoco te acostumbres a ellos, porque van grabados y se acabarán borrando), por lo que para cambiar tienes que hacerlo más o menos "tanteando" la mejor posición de la maneta rotativa. Si estas acostumbrado a ir en bici no tendrás mucho problema para saber si tienes que aplicar más o menos tensión al mecanismo, pero si no lo estás mejor no uses este cambio e invierte un poco más de dinero en una bici mejor, lo agradecerás en comodidad y el dinero invertido te lo ahorrarás en disgustos y ajustes que, por mucho tiempo que le dediques, nunca van a ser totalmente precisos (el cambio no lo permite).
Si el cambio es malo, los piñones también, hechos en China "por no se sabe quién". Lo peor del asunto es que trabajan con un plato muy mal elegido, no por sus dimensiones (que son las correctas, en eso han acertado), sino que tiene dos protecciones, una especie de "carril" en el plato, que guía a la cadena, y que hace que ésta "roce" cuando ponemos el piñón más grande. Este es un defecto de construcción y es irremediable, por eso te decía antes que uses estas B-Pro relajadamente y en sitios que no sean muy exigentes, porque a la hora de subir cuestas la mitad de la energía la perderás en intentar superar el roce de la cadena con los protectores de plástico del plato. Unos protectores que, en teoría, pueden quitarse pero que no te recomiendo si vas a usar la bici con ropa de calle. Además, los protectores evitan que la cadena se salga, dime tú qué prefieres: o tener que superar el roce de la cadena, o tener que mancharte las manos para colocarla. Tú verás.
En cuanto a los frenos, están también firmados por el terrible y demencial fabricante Power (ya ese nombre nos debería hacer echar a correr), así que son también de lo peor que existe. Si te digo la verdad conozco tanto esta marca (he tenido muchas bicis "de mercadillo") que ya ni me preocupé en ajustarlos. Por fortuna el delantero iba bastante bien, y el trasero roza algo, lo cual espero se solucione con el desgaste habitual de la zapata, sino tocará cambiarlos por unos más útiles y prácticos de Shimano.
Respecto a las ruedas, al ser de 20 con los radios no hay mucho problema, ya que no suelen tener desviaciones. Eso sí, los neumáticos agarran lo justo y gracias, de manera que vete muy tranquilo en terrenos mojados. Los guardabarros son de acero, algo inexplicable porque añade un buen peso a la bici, hubiera sido mejor de plástico o también de aluminio. Además, el trasero está torcido (que es, no sé por qué, lo mas habitual en este tipo de fabricantes, supongo que los montarán a golpes).
Algo que me llamó mucho la atención en la B-Pro PS30 es el manillar, un conjunto de aluminio en forma de "T" soldada. El modelo mas caro, la B-Pro PS40, tiene el manillar sustituible, sin embargo en la B-Pro PS30 el manillar es una sola pieza. Para mí es una ventaja, puesto que así se ahorra en peso, claro que si en un momento dado tienes que cambiar el manillar, entonces tendrás un problema, pero honestamente, nunca me he visto en la necesidad de cambiar ningún manillar de todas las bicis que he tenido (y eso que les he dado algunos golpes).
Como suele ser habitual en este tipo de bicicletas asequibles, el sillín es una tortura, duro y muy poco ergonómico. A la hora de estar usándolo ya tienes ganas de bajarte. Le ponen un irónico logo de "confort" y no se qué más escrito, pero vamos, es puro cuento. Es como si a un Tata Nano le pone uno la pegatina de "Turbo GT", queda bien -o no- pero nadie se lo cree, pues con este sillín lo mismo. Ciertamente no voy a decir que es el peor sillín que he usado, pero sí uno de los peores. Si vas a usarla a diario, te recomiendo que lo primero que cambies sea el sillín.
Otro accesorio que incluyen estos de B-Pro es el portabultos. En la B-Pro PS40 el portabultos va soldado y es, obviamente, mejor. En la B-Pro PS30 es un portabultos de varillas de acero, atornilladas sin más al cuadro y atornilladas también entre sí, y que soporta hasta diez kilos de peso (yo peso bastantes más y me he sentado encima sin problemas pero no es, obviamente, nada aconsejable, porque el portabultos se puede partir y te puedes clavar una de sus varillas en la pierna, mucho cuidado con esas cosas).
Lo bueno es que, si no lo necesitas ni lo usas, se lo podrás quitar, pero si haces mucho uso de él te vendrá mejor el de la B-Pro PS40 que, al ser de aluminio, será también mas ligero (y robusto, al ir soldado al cuadro).
Por último el sistema de pliegue de pedales se acciona mediante un resorte en el centro del pedal, que permite plegarlo y desplegarlo. No parece ni robusto ni duradero, porque la pieza que hace de tope es de plástico, de manera que no te confíes mucho y, sobre todo, sobre todo, intenta no ponerte en pie sobre ellos como harías con un pedal convencional, ni mucho menos dar "saltitos" encima de ellos.
Un aspecto que miro mucho en los pedales es su resistencia a la rotación. Los buenos pedales giran casi por sí solos, mientras que éstos..., bueno, digamos que si puedes, le pongas unos mejores.
Ciclística y uso
Como hemos recalcado antes, estas B-Pro están pensadas (y casi es obligatorio) para ser usadas en paseos muy, muy tranquilos, sin cuestas ni descensos pronunciados, y para no ir a más velocidad que la del paso de una persona. Gente mayor que quiera una bici asequible para un uso esporádico, o gente que -como un servidor- vaya a usarla para "traquetear" con ella en paseos sin prisas. Yo no la recomendaría ni para aquellos que quieren usarla por la ciudad, ya que es una bici muy, muy poco fiable. Sólo para divertimento y esparcimiento - insisto que ni se te ocurra salir con ella a la carretera, mucho menos pensar en hacer un viaje largo (obviamente por poder..., pero es muy incómoda)-.
Si no estás habituado a ruedas tan pequeñas como las que lleva (que son de 20"), primero intenta adaptarte, porque estas ruedas son muy nerviosas, la bici se mueve por nada y, además de sentir todas las irregularidades del terreno, a la hora de girar si giras mucho el manillar este tiende a "cruzarse" y te puede echar al suelo, de manera que tómate tu tiempo, sobre todo en las curvas. No la conduzcas como una bicicleta "normal", porque no lo es. Además, la dirección es muy directa (apenas tiene ángulo) y cualquier leve giro del manillar se verá multiplicado en la dirección que tomará la bici. Son, por todo ello, bicicletas muy incómodas de llevar (más aún las BH Ibiza, que tienen ruedas todavía mas pequeñas: de 14 pulgadas), que te exigen ir corrigiendo constantemente la dirección y que te obligan a prestar atención y estar constantemente concentrado en la conducción.
Veredicto
- lo mejor de las B-Pro, tanto de la B-Pro PS30 como de la B-Pro PS40 es, sin lugar a dudas, su precio y su cuadro de aluminio (de aleación de aluminio, en el caso de la B-Pro PS30, más barato). Fuera de ahí todos son inconvenientes.
- irónicamente, son bicicletas plegables que no se pueden plegar (o mas bien que no conviene hacerlo muchas veces), por lo que pierden su ventaja principal.
- además, al ser cuadros que han de ir muy reforzados son, también, muy pesadas.
Lo peor:
- conjunto de cambio muy mejorable, de bajísima calidad y muy difícil de accionar (hay que cambiar "de oído").
- pesados guardabarros de acero.
- asiento muy incómodo.
- pedales marca "Union" de plástico, muy poco fiables y que dan una gran sensación de inseguridad.
- desastroso sistema de cierre, plegado y ajuste, totalmente impracticable.
- equipada con un conjunto que ni se merece en una bici de niños.
Lo mejor:
- aunque la pata de cabra tiene un accionamiento muy duro, parece bastante fiable. Dice mucho de una bici el que lo único bueno que tenga sea su pata de cabra.
Nuestro consejo
En resumen, si buscas una bici folder que se pueda doblar, y cómoda de accionar así como medianamente útil, invierte un poco más de dinero y adquiere una de mejor calidad. Por desgracia no hay mucho dónde elegir en el mercado, quizá una de las pocas recomendables sean las de la marca Cinzia (Car Bike, Flexy, C-Fold, Hopper o Crosstown), y la BH Ibiza. Aparte de esas lo demás que hay en el mercado es, básicamente, basura.
Y una última recomendación: ni loco se te ocurra gastar los 200 y pico euros que cuesta la B-Pro PS40; no los vale.
Nota: Otro detalle de la poca confianza que os debe inspirar B-Pro: le pedí al vendedor de El Corte Inglés su manual, y me respondió que las bicis no llevan manual. Le dije, sorprendido, que cómo era eso, y él me respondió que todas les llegaban sin manual. De hecho me miró como si le hablara en chino. Una bicicleta que ni siquiera se molestan en hacerle un manual es una bicicleta que no merece la pena ni mirar para ella. Y un vendedor que no sabe que una bici tiene manual es un vendedor que no debería estar en una sección de bicicletas. Por desgracia, creo que a estas alturas algo así ya no nos sorprende a nadie.
| Redacción: RevistaBici.blogspot.com